Qué hacer en Isabela, la isla más grande de Galápagos

In Ecuador, Galápagos, Guías de Viajes
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Una guía que te ayudará a planificar mejor tu viaje a Isabela, te contamos qué hacer, dónde ir y cuáles son los sitios que puedes visitar por cuenta propia o en tour.


Considerada como una de las mejores islas de Galápagos (lo decimos nosotros y muchos otros viajeros que la han visitado) por su tranquilidad y enormes espacios naturales (sólo una pequeña parte se encuentra poblada) que en lo único que te hará pensar, es en alargar el tiempo.

Esta guía te ayudará a planear mejor tu visita a Isabela, está creada bajo la experiencia que vivimos allí, toda la información viene de primera mano. Empezaremos a contarte desde lo más importante: cómo ir a la isla.

¿Cómo llegar a Isabela?

La única manera de llegar es mediante una lancha desde la isla Santa Cruz, cuyo costo es de USD $30.00 –sólo ida–. También se puede ir en avioneta, pero desconocemos los valores exactos (seguramente es cuatro veces más caro).

El trayecto dura alrededor de dos horas y, dependiendo de la marea, puede ser tranquilo o agitado. Recomendamos tomar previamente una pastilla para el mareo y sentarse en la parte trasera del bote, así los brincos no serán una molestia.

Las lanchas parten a las 07:00 Am y otras por la tarde. Es mejor comprar los pasajes con anticipación. Algunas de las empresas se ubican cerca del muelle de Santa Cruz, existen varias, nosotros escogimos a Angy

Una vez llegados Isabela, se paga USD $1.00 p/p para que otro bote más pequeño nos acerque al muelle, donde para poder ingresar, cobran una tarifa de USD $5.00 (USD $10.00 para extranjeros). Los taxis, desde el muelle, cuestan USD $1.00 por persona hasta el hospedaje que se haya escogido.

En el post que escribimos sobre Santa Cruz, contamos los requerimientos para ingresar a Galápagos, incluyendo los costos.

Qué hacer en Isabela

Nuestra estadía en esta isla fue de 4 noches, y la aprovechamos desde el primer minuto que pisamos tierra. El primer punto que visitamos fue Concha de Perla, ubicado cerca del muelle. Llevamos nuestro propio equipo de snorkel (existen agencias que los alquilan, pero es un poco costoso).

Lobo marino en Concha de Perla, Isabela
Concha de Perla

Fuimos por la tarde, caminando, tratando de esquivar en vano los rayos del sol. Por la hora, el agua se encontraba ligeramente turbia. Recomiendan venir durante la mañana (el horario establecido es de 06:00 Am a 06:00 Pm). Sin embargo, nadamos alrededor del área permitida y logramos ver una tortuga, aparte de los lobos marinos que se paseaban por el sendero de madera, o dormían encima de las bancas.

Regresamos al centro de Isabela y, aprovechando que aún no se terminaba nuestro primer día, nos encaminamos hacia la playa que se encuentra al lado derecho del antiguo muelle. Las olas no lucen tan fuertes, pero en lugar de meternos, decidimos permanecer sentados, relajadamente, bajo una palmera. Hacia el lado izquierdo también había otra pequeña playa, con un camino al final, en dirección al manglar, que conducía hacia unas rocas.

Ir a la playa, una de las cosas por hacer en Isabela
Playa en la Isla Isabela

Al día siguiente desayunamos a las 06:30 Am en el Hotel Cally porque nos recogerían a las 07:20 Am (Deben saber que venir a Galápagos es realizar actividades desde muy temprano). El vehículo llegó puntual y fuimos hacia la agencia Sierra Negra Expeditions –del Hotel Coral Blanco– para esperar a los demás turistas que nos acompañarían a subir al Volcán Sierra Negra.

Es de los tours más solicitados en la isla, parten casi a diario y cuesta USD $40.00 por persona. Nosotros fuimos con Sierra Negra Expeditions y el trato de todo el personal, incluyendo el guía, fue excelente, aparte nos entregaron un potente refrigerio (sándwich, fruta, galletas, jugo) en un bolso pequeño.

Nos dividimos en grupos y nos dirigimos en una camioneta hasta la entrada del volcán, a media hora del centro de Isabela, donde nos reunieron a todos para darnos una explicación sobre el recorrido que nos esperaba, el cual se estimaba completar en un tiempo de cinco horas en total (8 km por trayecto).

A las 08:10 Am, bajo una ligera lluvia helada, comenzamos a caminar. Habíamos dejado los abrigos impermeables en el hotel, pensamos que habíamos empezado el sendero con pie izquierdo, pero al rato comenzamos a sentir calor. El sol se abrió paso entre las nubes e hizo que el resto se quitara las capas de ropa que los cubrían.

Ascenso al Volcán Sierra Negra, isla Isabela
Subiendo al Volcán Sierra Negra

Aún así el día permanecía nublado, avanzamos viendo una capa blanca que cubría el cráter. El guía nos aseguraba que al regreso –cerca del mediodía– veríamos con mayor detalle los 12 km (de diámetro) que tenía el volcán. Según él, era mejor así, ya que sin las nubes, el sol nos calcinaría fácilmente, como le había ocurrido en recorridos anteriores, ya que el calor se siente más fuerte debido al suelo de piedra volcánica.

Alcanzamos la parte más alta, a 980 msnm, donde nos detuvimos a comer nuestro refrigerio y recargar fuerzas, el camino continuaba en descenso y, poco a poco, fuimos andando encima de un suelo más rocoso. El paisaje lucía sombrío pero no dejaba de sorprendernos. 

Cráter del Volcán Sierra Negra
Cráter con nubes
Caminata en el Volcán Sierra Negra
Nuestro guía protegiéndose del sol

Íbamos rumbo hacia el punto llamado Volcán Chico; desde los 837 metros, contemplábamos el mar a la distancia, espacios verdes y cafés, y –casi difuminados– más picos volcánicos como el Alcedo, Darwin, y (con un poco de suerte) el Wolf.

Durante el recorrido, vimos pequeños agujeros en donde, al meter la mano, se sentía un aire caliente, como si fuese una olla. Hay que tomar en cuenta que la última erupción del Volcán Sierra Negra fue recién en junio de 2018. Aunque en el 2005 tuvo lugar una más fuerte.

Visita al Volcán Sierra Negra
En el abismo
Volcán Chico, Isla Isabela
Volcán Chico
Caminata en el Volcán Sierra Negra, Galápagos
Paisaje de otro planeta
Tour al Volcán Sierra Negra, isla Isabela
Paisaje volcánico

Ya al regreso, las nubes permitieron que apreciáramos mejor el panorama volcánico. Incluso alcanzamos a observar fumarolas al fondo. A más de uno le vino a la mente la loca idea de bajar al cráter, lo cual era imposible, a menos que se obtenga un permiso especial otorgado únicamente para realizar estudios.

Un dato que les será útil: Al regresar del tour en el vehículo (a la 01:30 Pm finalizamos), pueden decirle al conductor que los deje en el Centro de Crianza de tortugas Galápagos, queda a pocos kilómetros del centro de Isabela. Nosotros lo visitamos en otro día y de forma distinta, más adelante les contaremos sobre este sitio.

Cráter del Volcán Sierra Negra en Galápagos
Volcán Sierra Negra

Al tercer día, nos volvieron a recoger temprano por la mañana –07:45 Am–. Esta vez nos esperaba el tour de los Túneles, otro de los preferidos en Isabela y el que más nos fascinó –dentro del agua–. Lo tomamos con la agencia Splendid Galápagos (cuya central se ubica en Quito, ellos nos direccionaron con la operadora local Pahoe Hoe. Para contacto: alejandra@splendidgalapagos.com).

Aunque amaneció lloviendo, a las 08:00 Am, luego de probarnos los trajes para meternos en el mar, partimos en una lancha pequeña junto con ocho pasajeros, a los pocos minutos el cielo se despejó. El paseo incluía, aparte del traje, aletas, equipos de snorkel, refrigerio ( jugo, sándwich, frutas, snacks) y una variedad de animales por observar dentro del agua.

Tardamos alrededor de una hora hasta llegar al punto donde efectuaríamos la primera inmersión. Gracias al traje, nadamos e hicimos snorkel durante casi dos horas sin ningún inconveniente, viendo a través de nuestras máscaras: tortugas gigantes, peces grandes y de distintas formas, tiburones durmiendo bajo una especie de cueva (aunque algunos se paseaban a poca distancia de nosotros), un pulpo, caballitos de mar y un grupo de rayas doradas. 

Tortuga marina en Galápagos
Tortuga marina posando
Tiburones durmiendo en Galápagos
Tomando una siesta
Caballitos de mar en Isabela
Logramos ver dos caballitos de mar
Tortuga marina alimentándose de peces
Tortuga comiendo
Rayas Doradas en Galápagos
Rayas doradas

Rumbo al segundo punto para otra inmersión, la lancha atravesó por unas grandes olas, provocando que todos nos sacudiéramos y más de uno –incluida Andrea– se aferrara al chaleco salvavidas con pavor; fue parte de la aventura, nada grave ocurrió. Nos lanzamos al agua durante media hora y, aparte de ver enormes peces, vimos a un solitario pingüino sobre una roca, no se inmutaba ante nuestra presencia (algunos bromeaban diciendo que era de mentira).

Para finalizar el recorrido, navegamos hacia unas formaciones rocosas en forma de pequeños puentes, era como pasar entre diminutos canales con poca profundidad. La claridad era perfecta y avanzábamos lentamente, permitiéndonos así observar gran cantidad de animales bajo el agua desde la cubierta de la lancha. Desembarcamos en una parte y caminamos sobre las rocas, en donde vimos –bastante cerca– a una pareja de piqueros patas azules.

Pingüino de Galápagos
Pingüino en Galápagos
Peces grandes y de colores, snorkel en Isabela
Pasaban cerca de nosotros
Tour los Túneles en isla Isabela
Viendo más tiburones desde la lancha
Parte de tierra en el tour de los Túneles, isla Isabela
Recorrido por las rocas

Tardamos sólo 40 minutos en volver al muelle de Isabela (a las 02:00 Pm estábamos de regreso), no sin antes atravesar nuevamente por unas grandes olas que nos hicieron apretar los dientes por escasos segundos, aunque algunos pasajeros se emocionaron al sentir la adrenalina.

El cuarto día también lo teníamos destinado a realizar un paseo, pero esta vez sería por cuenta propia. Alquilamos dos bicicletas para subir hasta el Muro de las Lágrimas. Un recorrido de 5 km –sólo ida– donde únicamente se llega pedaleando o a pie. Aunque se puede ingresar desde las 06:00 Am hasta las 06:00 Pm, optamos por partir recién a las 08:15 Am. El tiempo estimado del paseo era de 3 horas.

Existen varias agencias donde se puede alquilar bicicletas, nosotros elegimos la que se ubicaba junto a nuestro hospedaje. Por lo general cobran USD $3.00 la hora, pueden dejarte en USD $10.00 cuatro horas, pero lo más aconsejable es tomarlas por todo el día pagando USD $15.00 –incluye casco–. Son cómodas y profesionales, pero siempre es mejor revisarlas y probarlas antes de empezar a rodar. 

Un consejo a considerar es pedalear directo hasta el muro (es una ligera pendiente), y al regreso, ir visitando cada uno de los puntos que se encuentran a los costados del camino. Lo primero que aparece ante nosotros es un montón de piedras acomodadas de manera semi uniforme, a simple vista parece sólo un enorme muro, pero los letreros cuentan la triste historia que hubo detrás.

Muro de las Lágrimas, isla Isabela
Tratando de comprender la historia
Visitando el Muro de las Lágrimas en Galápagos
Muro de las Lágrimas

Entre 1946 y 1959, existió allí un campamento penitenciario. Los presos, soportando todos los abusos, construyeron a manera de castigo dicho muro. Había un lema que decía: “El Muro de las Lágrimas, donde los fuertes lloran y los débiles mueren”.

Aún costado descansan unas escaleras que conducen hasta un mirador. El ascenso no es tan exigente, posee dos paradas de descanso con excelentes vistas, luego se continúa subiendo por un sendero hasta llegar a la parte más alta, donde el paisaje resulta más impresionante. Este es el espacio ideal para sentarse a recobrar fuerzas y consumir algún snack (importante llevar mucha agua y empezar el recorrido desde temprano).

Subiendo al mirador del Muro de las Lágrimas
Desde uno de los primeros miradores
Paseo en bicicleta al Muro de las Lágrimas
En el mirador más alto

Montados nuevamente en las bicicletas, iniciamos el descenso, añadiendo múltiples paradas para visitar los atractivos que se hallan a los costados de la carretera. El mirador del Cerro Orchilla es el primero en aparecer, subimos por unas cortas escaleras y llegamos a un pequeño espacio de madera, donde tuvimos una vista de 360 grados, también alcanzamos a visualizar el lejano –y alto– punto donde habíamos estado minutos antes.

Aunque en este sentido la ruta es en bajada, debemos ir despacio porque pueden aparecer tortugas gigantes en medio del camino. La siguiente parada fue en El Estero, donde nos quitamos los zapatos para adentrarnos un poco en el manglar, el agua nos llegaba a las rodillas. Si seguíamos avanzando, nos toparíamos con el mar.

Tortuga Galápago en medio del camino
Deteniendo el tráfico de bicicletas
Cerro Orchilla, en la ruta al Muro de las Lágrimas
Mirador del Cerro Orchilla
El Estero, para visitar en Isabela
En El Estero, mientras subía la marea

Existen alrededor de 9 atractivos naturales durante toda la ruta, entre pozas, senderos, miradores y playas. Los que encabezan la lista de nuestros favoritos –aparte de los nombrados anteriormente– son: el Túnel del Estero, pequeño pero llamativo para adentrarse en la oscuridad con pocos pasos; la Playa del Amor, un espacio tranquilo con agua cristalina –e iguanas marinas–, donde escasos metros se halla la Playa Orgánica, de menor tamaño pero diferente, formada con conchas y corales que trae la corriente.

La Playita, un espacio amplio de arena, con pequeños asientos de madera protegidos por la sombra de los árboles, es el último punto antes de continuar pedaleando hasta el final del recorrido, el cual nos tomó más de 3 horas. Al salir de la ruta, cruzamos hacia el sendero que nos llevará, a pie, hacia el Centro de Crianza de tortugas (llamado Arnaldo Tupiza Chamaidan). Dejamos las bicicletas estacionadas y atravesamos un camino de madera.

Túnel del Estero, en el camino al Muro de las Lágrimas
Sobre el Túnel del Estero
Playa del Amor en Isabela
Protagonista de la Playa del Amor
Playa Orgánica, un sitio tranquilo en Isabela
Playa Orgánica
Playas que se pueden visitar durante el recorrido al Muro de las Lágrimas
La Playita, de las más grandes de la ruta

Primero pasamos por unas pozas donde observamos flamencos a corta distancia. Seguimos avanzando por casi una hora (son cerca de 1.2 km) hasta llegar al centro de crianza. Es un recorrido corto donde nos enseñan las razones y la importancia de mantener a las tortugas Galápagos bajo estos cuidados durante 8 años, antes de soltarlas libremente. Nuestra mayor atención se centró en la especie única denominada Cinco Cerros.

Lo que las vuelve únicas es la forma aplastada de su carapacho. Fueron rescatadas de la erupción de un volcán y, gracias a eso, se han podido reproducir rápidamente. Retornamos a pie por el mismo sendero para tomar nuestras bicicletas. A la salida vimos un local que vendía cocos grandes por USD $3.00, caro, pero fue la mejor manera de hidratarse –y comer– a las 03:15 Pm, cuando habíamos dado por concluido el paseo del último día en Isabela.

Flamencos en isla Isabela
Flamenco
Centro de Crianza de tortugas en Isabela
Tortuguita coqueta
Tortugas Cinco Cerros en Isabela, Galápagos
Tortugas Cinco Cerros

Como nos quedaban tres horas para devolver las bicicletas, decidimos dar vueltas por el pueblo, para alejarnos un poco del área turística y conocer de cerca la parte local. 4 noches en la isla nos parecían suficientes antes de llegar, sin embargo, nos quedamos con ganas de conocer dos lugares poco visitados.

El primero se llama Los Trillizos, algunas personas nos lo recomendaron, es una especie de cueva en la que se desciende con ayuda de cuerdas. Su precio ronda los USD $60.00 por persona. El otro, más exigente y con salidas poco constantes, es en las Minas de AzufreSe debe andar 12 km por trayecto, y una parte se la realiza a caballo.

Saliéndose de las rutas turísticas en Isabela, Galápagos
Gente local

Se ubica en el Volcán Sierra Negra, pero su costo es cinco veces más elevado, se requiere reservarlo con tiempo y, lo más aconsejable, es tener el grupo listo (entre 5 a 8 personas) antes de llegar a Isabela, ya que muy poca gente se inclina por ese tour.

Es cierto que Isabela es más caro que el resto de las islas habitadas, pero se puede encontrar buenos sitios para comer y alojarse, a precios adecuados. Aquí les contamos los rincones que hallamos.

Dónde comer en Isabela

A pesar de ser la isla más grande del archipiélago, el pueblo es pequeño, por lo que caminando poco encontrarás cualquier restaurante, ubicándose algunos en el área del centro, como uno en particular donde fuimos a almorzar casi a diario porque nos gustó la atención, el sabor y la cantidad que servían, su nombre es El Velero y su menú costaba USD $8.00; difícil encontrar algo más económico por la misma calidad.

Dónde comer en la isla Isabela
Comiendo en Isabela

Cerca habían otros locales de comida con precios similares, por la noche aparecían más alternativas como pizzerías o restaurantes frente a la playa, el antiguo muelle es actualmente uno de ellos (atienden desde temprano). A pocas cuadras atrás, vimos uno que tenía un ambiente de bar / discoteca con espacio para juegos, como una mesa de billar.

Con el desayuno no tuvimos que preocuparnos porque venía incluido con la reserva del Hotel Cally. Sólo el primer día fuimos, durante la mañana, a comer bolón y tigrillo en Pacific Ocean, por USD $6.00 cada plato.

Dónde dormir en la Isla Isabela

El hospedaje es de los recursos más costoso en la isla, aunque las opciones son amplias, lo más barato que se puede conseguir –por persona– es alrededor de USD $20 por noche, en un sitio alejado con muy poca comodidad.

Nosotros llegamos al Hotel Cally, y si bien sobrepasaba nuestro presupuesto de viajeros low cost (la habitación costaba USD $90.00 por noche), lo escogimos porque incluía un gran desayuno, tenía una buena ubicación, aire acondicionado, nevera adentro y baño privado; la atención y comodidad fueron excelentes, no tuvieron inconvenientes en servirnos el desayuno más temprano de la hora preestablecida cuando salimos en los tours.

Hotel en la isla Isabela
De los sitios más cómodos en Isabela

Información y Consejos Adicionales

En Isabela sólo existe un cajero automático y funciona con tarjetas nacionales (aunque nosotros nunca lo usamos), también vimos el sticker de Western Union pegado en la puerta de un pequeño banco. 

Lo más aconsejable es traer efectivo desde Santa Cruz, ya que muy pocos establecimientos aceptan tarjeta de crédito. También es preferible cargar monedas o billetes de baja denominación para pagar los botes que llevan pasajeros hasta las lanchas –cobran USD $1.00– o los taxis.

La calidad del internet en Galápagos es baja, y se distingue más en Isabela (de cierta manera se conserva más natural que las demás islas habitadas), pero esta desventaja la vimos como una oportunidad para desconectarnos y disfrutar del entorno. Aunque los datos del celular sí funcionaban –relativamente normal–, al igual que el wifi de nuestro hotel.

Cuántos días necesito para conocer Isabela

Nosotros visitamos todo lo que mencionamos en los párrafos anteriores, en 4 días. Lo único que nos quedó pendiente fueron los dos últimos lugares que comentamos al final: Los Trillizos y Minas de Azufre.

El quinto día no lo contamos porque a las 05:15 Am nos fue a recoger un taxi al hotel para llevarnos hasta el muelle. Hay gente que lo hace caminando (cuesta USD $5.00 el vehículo), pero debíamos arrastrar el carry on a lo largo del piso adoquinado. La noche anterior el hotel nos entregó un box lunch con manzana, galletas de sal y jugo, ya que no alcanzaríamos a tomar el desayuno.

La lancha partía a las 06:00 Am (esta vez viajaríamos con Brithanny 1), las siguientes saldrían a las 03:00 Pm. Tomamos las primeras para aprovechar mejor el día una vez que llegáramos a Santa Cruz, pensando que, a esa hora, el mar estaría poco movido, pero nos equivocamos.

Lancha para viajar de una isla a otra en Galápagos
Aquí no conseguimos los mejores asientos

Gracias a que nos tomamos una pastilla para el mareo, dormimos la mayor parte del tiempo sin que nos molestara el ajetreo, hasta que, cerca de llegar a Puerto Ayora, los motores de la lancha empezaron a fallar, tuvimos suerte de ser remolcados por otra lancha que circulaba cerca. Llegamos sólo 25 minutos más tarde de la hora prevista.

Sobre el tema de las lanchas, qué tours escoger y por qué es importante reservar con anticipación (les mostramos una página confiable para hacerlo online de forma segura), hablamos con más detalles al final del artículo anterior, donde también les decimos cuál es la mejor época para visitar Galápagos.

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